jueves, 15 de diciembre de 2011

Una imagen de San Nicolás de Tolentino, reconvertida en San Buenaventura

            No todas las entradas que publicamos en este blog obtienen el mismo grado de seguimiento por parte de nuestros lectores. A veces, la respuesta obtenida nos sorprende y esto es lo que ha ocurrido con el reciente artículo dedicado al antiguo convento de agustinos recoletos de Borja que, en pocos días, se ha situado en el más leído de todos los que han ido apareciendo.
            Es probable que ello obedezca al interés de la propia orden y, por este motivo, queremos dar noticia ahora de un curioso equívoco existente en torno a una imagen que se venera en la colegiata de Santa María.




            Allí, en la capilla dedicada a San Antón, en uno de los laterales de su nave, se encuentra un busto procesional situado a la izquierda del retablo, bajo el que se colocó un rótulo, señalando que se trata de San Buenaventura.
            Es una obra de interés que no ha sido estudiada, en la que aparece representado un joven con las manos sobre el pecho y vistiendo un hábito con el color franciscano. San Buenaventura, efectivamente, fue uno de los grandes santos de la Orden fundada por San Francisco de Asís. Nacido en Begnoregio, en 1218, llegó a ser creado cardenal, muriendo en Lyon en 1274. Canonizado en 1482, fue declarado Doctor de la Iglesia en 1588. Suele ser representado como un joven, aunque con las vestiduras de cardenal y, generalmente, con el capelo a sus pies.



 

            Pero, en el caso del busto de Borja hay un detalle mucho más importante para rechazar la atribución. Como santo franciscano, debería ceñir el cordón de la orden y, sin embargo, lo que aquí se representa es una correa, distintivo de la orden de San Agustín.
            Analizando con más detalle la obra, puede advertirse que, además de ese contrasentido, el hábito ha sido repintado y bajo los colores actuales se encuentra un hábito negro moteado de estrellas.
            Podemos, afirmar por lo tanto, sin ningún tipo de dudas, que se trata de un busto de San Nicolás de Tolentino reaprovechado o erróneamente atribuido.
            San Nicolás de Tolentino era un poco más joven que San Buenaventura. Nació en 1245 y profesó en la Orden de San Agustín, en la que destacó por una vida dedicada a la oración y al apostolado. Fue canonizado en 1446 y se le representa como un hombre joven, aunque murió a los 60 años, con una estrella al pecho o con el hábito moteado de estrellas como es el caso que nos ocupa.
            Su devoción fue introducida en nuestra ciudad, tras la fundación del convento de agustinos recoletos al que hemos hecho referencia. Es importante señalar que la influencia de estos religiosos fue muy grande, llegando a conseguir  que la fiesta de San Agustín fuera declarada “fiesta votada” de la ciudad en 1621. Al año siguiente, lograron el mismo reconocimiento para la de San Nicolás de Tolentino que se celebra el 10 de septiembre. Podemos afirmar, por lo tanto, que durante una época, la conmemoración de este santo agustino fue una de las fiestas de la ciudad.




            No es de extrañar, por lo tanto, la presencia de la imagen procesional que estamos comentando. También se conserva otra de cuerpo entero que se veneró en Borja y, posteriormente, fue llevada a Albeta, entonces barrio de la ciudad. Allí se conserva en el ático del retablo mayor de su iglesia parroquial, de la que ofrecemos una fotografía de escasa calidad en la que el santo lleva en su mano una perdiz, otro de sus atributos personales que hace referencia a uno de sus supuestos milagros.

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