domingo, 18 de marzo de 2012

La “piedra de sacrificios” de Bulbuente



            En primer lugar, debemos señalar que con ese nombre se conoce, desde tiempo inmemorial una formación rocosa existente en el término municipal de Bulbuente, muy próxima al túnel de la Fannueva, al que hacíamos referencia en una entrada anterior. Que el nombre exista no quiere decir que fuera esa la función del “pedrusco”, ni mucho menos queremos decantarnos a favor de esa hipótesis.




Lo hacemos para evitar lo ocurrido, hace unos años, con Manuel Gracia Rivas, tras la publicación, con este mismo título de un artículo en el Boletín Informativo nº 89-90 de nuestro Centro. En él, recordaba con nostalgia, la tarde en la que, siendo niño, recorrió aquellos lugares siguiendo las indicaciones de D. Federico Bordejé. En él hacía referencia al manantial y a esta piedra, señalando que los arqueólogos profesionales no habían encontrado “ningún elemento que pudiera contextualizar el hallazgo” de ese supuesto altar y afirmaba que, por lo tanto, esa interpretación carecía “de una base sólida” por lo que debía ser considerada “como una hipótesis sin fundamento”.




            A pesar de la claridad con la que se expresaba, el Prof. Burillo Mozota, en un interesante trabajo titulado “Celtiberians: Problems and Debates”, aparecido en el número 6 de Keltoi, hacía referencia al mismo en los siguientes términos. “In any case, the general attraction of gory Celtiberian myths persists, and so legends continue to emerge, such as the discovery of new “sacrificial stones, for example in Bulbuente (Gracia, 2000)”.




Comoquiera que el artículo estaba en ingles y todavía puede leerse en Internet, desde entonces la imagen de nuestro Presidente es asociada en todo el mundo con la del conde Drácula o los licántropos, por esa supuesta afición a la “sangre” implícita en el adjetivo “gory” que utilizaba el Prof. Burillo, por otra parte, amigo y colaborador del Centro de Estudios Borjanos. Nuestro Presidente siempre creyó que esta adscripción al mundo de las tinieblas podría favorecer su contratación como actor en algunas de las películas que tanto éxito han tenido en los últimos tiempos. Sin embargo, nadie se acordó de su existencia y, desde entonces, sigue deambulando desconsolado por las noches borjanas.



Dos licántropos sobre la piedra


            Es comprensible, por lo tanto, el temor que nos invade al dar a conocer las fotografías de la “famosa” piedra que van dedicadas a unos entusiastas seguidores de nuestro blog, los miembros de la Peña Zurriago que, hace unos días, volvían a retomar el tema, ignorantes, sin duda, de lo que les espera.

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