Borja también celebraba la fiesta de Santiago

            En reiteradas ocasiones hemos comentado la vinculación de nuestra ciudad a la devoción del Santo Patrón de España. De hecho, por aquí pasaba uno de esos itinerarios que, desde todos los rincones de la Cristiandad conducían a la tumba del Apóstol en el confín del mundo conocido: El Camino Jacobeo del Ebro.

            En Borja hubo un hospital de peregrinos creado por la condesa de Castellflorit en su Casa de las Conchas, un nombre que hace alusión, también, a esa devoción aunque, las magníficas conchas de hierro forjado que existían en su puerta, hace tiempo que desaparecieron, como consecuencia de una desacertada decisión, sin duda bien intencionada para evitar que las robaran, aunque el resultado final es que la casi totalidad de las mismas ha desaparecido o, al menos, se desconoce el lugar en el que fueron guardadas. También existe una calle dedicada a “San Jaime” que es el mismo Santiago, aunque algunos lo ignoran.

            Pero, muchos más desconocen, que este día se celebraba de manera especial en el Cinto hace unos años. En una de las casas de ese barrio existe una hornacina con la imagen del Santo montado en un corcel blanco y blandiendo la espada en esa representación iconográfica conocido con un nombre que omitimos para no herir susceptibilidades entre la nutrida colonia de nuevos residentes llegados desde el otro lado del Estrecho.

            En fotografías antiguas que conservamos en el archivo del Centro no se aprecia esa hornacina, y es muy dudoso que anteriormente existiera.

Por eso, cuando hace algunos años los vecinos de esa zona decidieron construirla, el motivo que les impulsó a ello fue que los propietarios de esa casa conservaban la imagen que, al parecer, se colocaba en el balcón de la misma el día de la fiesta del Santo.