martes, 3 de julio de 2012

Descubierto un nuevo fósil en Purujosa


            A través del blog de Ramiro Adiego El nido de águilas del Moncayo, hemos tenido conocimiento del hallazgo de un nuevo fósil en Purujosa que ha supuesto una auténtica revolución en los conocimientos que, hasta el momento, se tenía de la evolución de los equinodermos.




            Nuestros lectores ya tienen noticia, a través de otros artículos publicados en este blog, de la gran labor realizada en ese municipio por el grupo de paleontólogos Aragosaurus que ha trabajado en esa zona bajo el patrocinio de la CAI y el Gobierno de Aragón.
            Se da la circunstancia de que en las rocas de Purujosa fueron encontrados miles de fósiles de la era cámbrica, un período de la evolución de nuestro planeta en el que la vida comenzó a ser más compleja. Muchos de ellos eran trilobites, algunos enrollados en una posible actitud defensiva que fue objeto de un detallado estudio.




            Sin embargo, durante la campaña de excavaciones llevada a cabo entre 2009 y 2010, fueron encontrados dos ejemplares de otro fósil, ahora bautizado con el nombre de Ctenoimbricata spinosa, un animal emparentado con los equinodermos, un grupo al que pertenecen las estrellas de mar y los erizos de mar actuales.
            Del estudio del mismo se encargó un equipo integrado por Samuel Zamora y Andrew B. Smith del Museo de Historia Natural de Londres, junto con Imram A. Rhaman de la Universidad de Birmingham.





            Dadas las dificultades que entraña el análisis de pequeños organismos englobados en la roca, se han utilizado un moderno procedimiento de microtomografía computerizada que permite la obtención de imágenes tridimensionales sin destruir el fósil. Los resultados han sido publicados recientemente en la prestigiosa revista PLoS ONE.
            Todos los vertebrados, entre ellos los seres humanos, y muchos otros animales adoptan una disposición de simetría bilateral por la que la mitad de su cuerpo es igual a la otra. Sin embargo, los equinodermos adoptan una disposición radial. Lo vemos claramente en las estrellas de mar. Curiosamente, estos animales es fruto de una compleja evolución, pues sus larvas tienen simetría bilateral. Esta circunstancia ha intrigado desde hace años a los investigadores que se han venido preguntando cómo eran sus antepasados.
            Pues bien, el estudio de los fósiles de Purujosa ha revelado que ese ancestro de los actuales equinodermos, que vivió en nuestra zona hace 500 millones de años, tenía simetría bilateral.




            Este era el aspecto que se cree tenía. Sin apéndices locomotores su capacidad de movimiento era escasa. Se defendía con espinas como los erizos y se alimentaba de partículas depositadas en el suelo marino y de otras que flotaban a su altura.
            Quienes deseen conocer más detalles de este importante hallazgo pueden consultar la página www.aragosaurus.com desde la que se puede acceder al artículo al que hemos hecho referencia.

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