miércoles, 3 de octubre de 2012

La recuperación de la figura de Don Baltasar González



            La publicación en 2010, por parte del Centro de Estudios  Borjanos, del libro del Dr. Juan Carlos Martínez Calahorra sobre la obra de D. Baltasar González, representó un hito importante a la hora de difundir la figura de este ilustre borjano, trágicamente asesinado en 1936. Sin embargo, este proceso se inició mucho antes, a través de una serie de actuaciones que consideramos necesario recordar pues, probablemente, hay muchas personas que las desconocen.






            Fue precisamente la Institución “Fernando el Católico”, de la que depende nuestro Centro,  la que en una fecha tan temprana como mayo de 1948 mostró algunas obras de D. Baltasar, con motivo de una exposición en homenaje de Francisco Pradilla.







            En aquella ocasión se expusieron tres obras de los fondos del Museo de Zaragoza, el autorretrato del pintor, realizado en 1889; el retrato de su padre D. Dionisio González, pintado en 1887; y un retrato, en pastel sobre papel, que probablemente representa a Dª  Rosa Urchaga Villares.





            En Borja, una de las primeras referencia que hemos encontrado aparece en el Programa de las Ferias y Fiestas de Septiembre de 1955 en el que se insertó el poema que había escrito, en 1889, con motivo de la inauguración del Ferrocarril de Cortes a Borja.





            Como señalaba, al final del mismo, fue leido por D. Baltasar durante los grandes festejos organizados el día de la inauguración, un acontecimiento recibido con el lógico alborozo en la ciudad, pues como señalaba el autor situaba a “Borja en el concierto de la vida universal”. Cuando se reprodujo el poema se estaba asistiendo al final de la vida de nuestro tren, algo que tuvo un gran impacto.
            En 1967, las personas que ese mismo año iniciarían la creación del Centro de Estudios Borjanos organizaron en el antiguo claustro del convento de dominicos una Exposición de Arte y de Recursos Económicos Comarcales que tuvo un extraordinario éxito.






            La muestra alcanzó su mayoría de edad en los dos años siguientes. En el interior del claustro se creaba un jardín, en torno a una fuente central. En los claustros se exponían los primeros vinos embotellados, frutas, conservas y otros materiales. En el piso superior se llegaron a instalar cuatro salas con obras de Arte de autores locales.





            En todas las ediciones ocuparon un lugar preferente las obras de D. Baltasar González. Además de todas las que se conservaban en Borja, incluido el retrato de Dª Escolástica Tutor, existente en el convento de Santa Clara, pudieron admirarse las que constituían la colección de las hermanas Olmedo, de Bulbuente, que todavía no se había dispersado. Lamentablemente, no se conservan buenas fotografías de aquellas grandes exposiciones, pero en las que ofrecemos pueden verse obras de esa colección y de la familia Mayor Manero.






            Una de las personas que tuvieron especial protagonismo en la recuperación de la figura de D. Baltasar fue Francisco Domínguez Pablo. A él le corresponde el mérito de localizar muchos de sus cuadros y, asimismo, fue quien dio a conocer su obra literaria. En el programa de 1969, hacía alusión a sus jotas dentro de un artículo dedicado a “Poetas y copleros borjanos”.






 
            Volvió a hacerlo al año siguiente en otro titulado “La musa popular borjana”, con la particularidad de que la portada del programa reproducía, en esa ocasión, el famoso cuadro de “La jota en el Santuario”.





            De nuevo, en 1973, D. Baltasar fue el protagonista del Programa de Fiestas. En la portada aparecía el cuadro titulado “La riña”, reproducido en color, mientras que en el interior se insertaron, a toda página, los cuadros “El retrato”, “Cortejando” y “José en la cárcel” con el que había optado a la beca para ampliar estudios en Roma que terminó obteniendo Mariano Barbasán.
 






            En 1974, pocos meses antes de su inesperada muerte, Francisco Domínguez volvió a publicar en el Programa de la feria de ese año un artículo de 6 páginas titulado “Dos poetas borjanos: Emilio Alfaro Malumbres y Baltasar González Ferrández”, ilustrado con los retratos de ambos personajes, realizados por D. Baltasar.





            Pero, sin duda, la iniciativa más importante fue la Exposición realizada en la Escuela de Artes y Oficios de Zaragoza, en octubre de 1973, dentro de las IV Jornadas Culturales de esa ciudad. Domínguez fue su principal valedor, de la mano de los hermanos Alberto y Julio Sánchez Millán que realizaron un enorme esfuerzo de catalogación de toda su obra. Las fotografías realizadas entonces, junto con las fichas catalográficas y los cuadernos de notas se conservan en el archivo del Centro de Estudios Borjanos y han sido de gran utilidad para la realización del inventario final. El catálogo de esta exposición en la que se exhibieron 35 obras, se abría con un artículo de Alberto Sánchez, seguido por otro de Francisco Domínguez titulado “D. Baltasar González, hombre de Borja”. La pintura aragonesa de la segunda mitad del siglo XIX era analizada por D. Ángel Azpeitia y D. Francisco Oliván Bayle, gran amigo de Domínguez, escribió sobre “La pintura de Baltasar González”.
            Es interesante resaltar que todas estas iniciativas, desde la primera exposición de la Institución “Fernando el Católico”, en 1948, hasta estas últimas de 1973 y 1974 tuvieron lugar antes del cambio de régimen.





            Con posterioridad, concretamente en mayo de 1978, el Tele-Club Cicar organizó una gran exposición en homenaje al ilustre pintor con 51 de sus obras (entre ellas dibujos y bocetos). En la introducción de su catálogo de señalaba que “Por fin ha llegado el momento de hacer público y notorio reconocimiento a la persona, y a la figura artística de Baltasar González en su propia tierra”, una afirmación que, sin duda, sería cierta si olvidaramos todos los antecedentes señalados.






            En otras ocasiones han sido expuestas algunas obras de nuestro pintor. Concretamente, en 1991, el Museo de Zaragoza incluyó el retrato de Dª  Rosa Urchaga, antes reseñado, en la exposición didáctica “La pintura aragonesa del románico al siglo XX”. Finalmente, en 2007, el Ilustre Colegio Oficial de Médicos organizó en su sede una muestra de “Maestros aragoneses del siglo XIX” con la presencia de dos lienzos cedidos por el M. I. Ayuntamiento de Borja, “Desnudo” y “El retrato”.






            Por otra parte, no podemos dejar de reseñar el empeño que el Centro de Estudios Borjanos puso, al ser inaugurada la Casa de Aguilar, en contar con alguna obra significativa, logrando que el Museo de Zaragoza cediera en depósito dos importantes lienzos que hoy se muestran en la escalera principal del edificio. A ellas vino a sumarse otro retrato donado, más tarde, por la familia Gago.





            Ahora, nuestro deseo sería que el anuncio efectuado por el Concejal Delegado de Cultura del M.I. Ayuntamiento de transformar el Museo que lleva el nombre de D. Baltasar en exposición permanente de su obra pudiera llegar a convertirse en realidad, dentro de un plazo razonable. En este sentido, hay que recordar que en el despacho de la Alcaldía se han ido reuniendo varias obras suyas, de diversa procedencia, entre ellas las dos citadas de “Desnudo” (erróneamente considerada un autorretrato) y “La carta”, adquiridas siendo alcalde D. Luis María Garriga.
 


Nota: Con posterioridad a la inserción de este artículo, hemos tenido noticia de la próxima inauguración de una exposición que tendrá lugar en Zaragoza, con algunas obras de D. Baltasar González, de la que informaremos próximamente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario