viernes, 30 de noviembre de 2012

Exposición conmemorativa del XXV aniversario de Radio Moncayo



            Hoy, viernes 30 de noviembre, a las 8 de la tarde, tendrá lugar en el Museo “Baltasar González” de Borja la inauguración de la exposición conmemorativa del XXV aniversario de Radio Moncayo.
            Bajo el lema “Ondas al Aire”, la muestra ofrece un recorrido por la historia de nuestra emisora, dejando patente la presencia de la misma, a lo largo de estos años, en todos los acontecimientos que se han ido sucediendo, a través de un amplio repertorio de fotografías y el acompañamiento musical de los viejos vinilos de su archivo musical.
            Según nos han informado Mª Ángeles Martínez, directora de la emisora, también se ha querido dedicar un recuerdo especial a los que, en la década de los años 60 del pasado siglo, pusieron en marcha y alentaron la primera etapa de la emisora.





            El Centro de Estudios Borjanos ha colaborado con esta iniciativa, cediendo sus tableros y algunas de las imágenes expuestas, junto con ejemplares del libro Radio Moncayo de Borja (1960-1965): Historia de una realidad, que editamos en 2000 y con el que su autor, D. Javier Lerín Pablo, obtuvo uno de los Premios de Investigación sobre Borja y su Comarca, convocados por el Centro en 1999.


Abejar entre El Puntal y la Retuerta




            Tras su excursión a tierras sorianas, Pedro Domínguez  nos ofrece nuevas imágenes de abejares. En este caso, se trata de uno situado en el término municipal de Borja, entre las partidas de El Puntal y la Retuerta, dentro de las estribaciones de la Muela Alta y muy próximo al camino de Bulbuente.





            Es de planta rectangular y espacio único. Presenta la particularidad de que sólo dispone de tres muros, ya que el cerramiento posterior está constituido por la propia roca sobre la que se apoya.





             Lo que también llama la atención es ese muro de piedra que se alza tras él, levantado al borde de la cornisa de piedra y que, según el especialista francés Robert Chevet, podría servir para orientar el vuelo de las abejas hacia el Sur, aunque también podría tener la función de proteger la cubierta del abejar de la caída de piedras u otros elementos.






            El abejar tenía capacidad para 27 colonias y en el interior se puede ver, todavía, el banco de trabajo corrido, apoyado en la roca, y una oquedad excavada en ella que pudo servir como alacena.





            La cubierta de rollizos y revoltón se encuentra ya muy deteriorada y en riesgo de desaparecer muy pronto. El alero estaba formado por el vuelo de los propios rollizos y la fachada estaba enfoscada.





            Por otra parte, la cerca perimetral que lo rodeaba por tres de sus lados también ha ido desapareciendo y sólo se conservan algunos restos de la misma.



jueves, 29 de noviembre de 2012

El Patrimonio Artístico de Albeta




            Albeta fue, originalmente, un barrio de Borja, habitado exclusivamente por musulmanes. Tras la expulsión de los moriscos fue repoblado con personas que gozaron de los mismos privilegios que los habitantes de la ciudad, aunque siguió siendo un señorío laico, repartido entre dos familias, como había venido siendo desde la Edad Media. Una de ellas eran descendientes de D. Juan de Coloma, el secretario de los Reyes Católicos que había adquirido la mitad de Albeta en el siglo XV. La otra mitad pertenecía a los condes de Fuenclara.





El monumento más destacado es la iglesia parroquial de Santiago Apóstol., cuya construcción fue ordenada cuando, en 1526, el emperador Carlos V dispuso la conversión forzosa de los moriscos. Comoquiera que el concejo de Borja tuvo que hacer frente a la edificación de tres templos en sus barrios de Albeta, Maleján y Ribas, se resistió durante varios años, ante el coste económico que ello representaba. En 1555, le fueron encargadas a Alonso González, uno de los más importantes artistas aragoneses que residía en Borja, donde contrajo matrimonio. Pero González, excelente pintor y decorador que, entre otras obras es el autor de las pinturas del ábside de la catedral de Tarazona, no pudo hacer frente al encargo. Ello dio lugar a que, en 1557, el visitador del obispado impusiera a Borja una grave medida disciplinaria, el interdicto contra las tres parroquias de la ciudad hasta que las tres iglesias fueran levantadas. En 1558, las obras de la parroquia de Albeta fueron encomendadas a Domingo de Mendizábal, un maestro vasco que llevó a cabo la construcción, finalizada en 1560.  





Desechada la idea de reutilizar la mezquita, que terminó convertida en almacén, se optó por levantar un templo de una sola nave, con dos tramos, cabecera semicircular y coro alto a sus pies. Se cubre con bóveda de crucería estrellada, decorada con claves de yeso. Los nervios apoyan sobre unas sencillas ménsulas en forma de cabezas, sobre el friso que recorre toda la nave.





            Al exterior la obra fue ejecutada en mampostería con fajas de ladrillo y se remata por alero de doble teja. En torno al perímetro se disponen varios machones o contrafuertes de ladrillo que fue preciso levantar en el siglo XVIII, ante el mal estado de la fábrica. No tiene torre, sino una sencilla espadaña sobre la puerta de entrada, construida en 1897.





            A finales del siglo XVIII, tras la consolidación del edificio, se construyeron dos capillas a ambos lados del primer tramo. A la izquierda la del Niño Jesús (1776) y a la derecha la de la Virgen del Rosario (1777).






Ambas fueron realizadas por el maestro albañil borjano Juan Aznar y se cubren con cúpula sin linterna. La más importante es la de la Virgen del Rosario, patrona de la localidad, que está decorada con pinturas murales, recientemente restauradas.  






            La mayor parte de las obras artísticas de la iglesia proceden de Borja. Destaca la pila bautismal porque en ella aparecen las primitivas armas de la ciudad: El castillo sin la vaca y, por supuesto, sin la flor de lis y el león rampante.







Muy cerca de la iglesia, se encuentra la fuente del Ojo que es un sencillo surgidero a partir de una pequeña galería de unos 40 metros de longitud. De propiedades minero medicinales, sus aguas fueron utilizadas desde la antigüedad. Allí han sido encontradas varias monedas del I siglo después de Cristo que ponen de manifiesto dicho uso y sobre el culto a una divinidad desconocida relacionadas con  las aguas, en ese lugar.






            En 2010 fue inaugurado en Albeta el Centro de Interpretación del valle del Huecha, ubicado en un edificio de nueva construcción. A lo largo de las salas dispuestas en sus dos plantas, se ofrece una visión de las costumbres y tradiciones de la zona agrupadas en cuatro áreas temáticas: Aire, Agua, Fuego y Tierra.





      
Las instalaciones fueron realizadas con las más modernas técnicas expositivas por una empresa especializada que ha sido también la responsable del documental con el que se abre el recorrido.


Cabras montesas en el Moncayo


            Para los amantes de la Naturaleza constituirá una buena noticia el conocer, como nos ha ocurrido a nosotros leyendo el blog de nuestro colaborador Ramiro Adiego, “El nido de Águilas del Moncayo” (www.elnidodeaguilasdelmoncayo.blogspot.com.es), la confirmación de que las cabras monteses han llegado a esta zona.





            Como señala Ramiro, era ya un rumor extendido desde hacía algún tiempo, pero fue recientemente cuando pudo fotografiar un ejemplar en la carretera de Calcena a Purujosa, cerca de Valdeplata.





            La cabra montés o Capra pyreanica, también conocida como íbice ibérico es una de las especies del género Capra existentes en nuestro continente. Dentro del mismo hay varias subespecies. Una de ellas era la Capra pyrenaica pyrenaica, designada popularmente con el nombre de bucardo. El último ejemplar fue una hembra, llamada Celia, que murió aplastada por un abeto en el Parque Nacional de Ordesa, a comienzos de 2001. Desde entonces, se ha intentado clonarla sin éxito, a partir del material genético conservado. Finalmente, hace unos días, ese ejemplar disecado fue instalado en el Centro de Interpretación de Torla.





            El ejemplar encontrado por Ramiro en las proximidades del Moncayo parece ser un macho de la subespecie Capra pyrenaica hispanica de la que existen poblaciones en la provincia de Teruel, concretamente en los puertos de Beceite y otros lugares del Maestrazgo.





            A diferencia de los machos, las hembras son de menor tamaño y sus cuernos mucho más reducidos, como puede apreciarse en la fotografía.
            Al margen de esta apreciación respecto a una materia en la que no somos expertos, la llegada de estas cabras viene a enriquecer la fauna de unos espacios en los que ya existían corzos y ciervos.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Los hermanos Herrero y Rubira


            Wikipedia se ha ido consolidando como una de las fuentes de información más accesibles y son muchas las personas que, cada día, la consultan para recabar datos sobre los más diversos temas. Sin embargo, tiene algunas limitaciones que, en gran medida, se derivan de su propia estructura que permite la participación en la elaboración de sus contenidos a cualquier persona. Por ello, y a pesar del control que se ejerce, todavía se deslizan afirmaciones que no son ciertas.
            Hasta hace poco, este era el caso de las Capitulaciones de Santa Fe cuya firma, en nombre de los Reyes, se atribuía a Luis de Santángel, cuando todos nuestros lectores conocen que este “honor” le corresponde a D. Juan de Coloma.
            Pero este comentario está relacionado con la información que, sobre Borja, ofrece la enciclopedia. Y, concretamente, al apartado “Personajes ilustres”. En él, sólo se hace referencia a Juan de Coloma, D. Vicente Casanova y Marzol, D. Luis Herrero de Tejada, D. Juan José Nogués y D. Ramón Borobia Paños.
            Al margen de los criterios que el redactor utilizó, debemos señalar algunas imprecisiones en torno a algunos de estos personajes.





            Así, sobre el cardenal Casanova se afirma textualmente: “Vicente Casanova y Marzol, religioso (1854-1930)”, añadiendo algunos otros datos sobre el que fuera ilustre cardenal e “Hijo Adoptivo” de nuestra ciudad. No nos cabe duda de que D. Vicente fuera una persona religiosa, pero la palabra “religioso” se utiliza, habitualmente, para designar a los miembros de una orden, de vida activa o contemplativa y el cardenal no perteneció a ninguna de ellas. Fue un sacerdote del clero secular que, posteriormente, fue consagrado obispo y, más tarde, creado cardenal por el Papa Pio XI.






            Mucho más curiosa es la referencia a D. Luis Herrero de Tejada del que afirma que fue un “poeta natural de Calanda que nació en Borja en 1716”. Comoquiera que una persona sólo puede nacer en un lugar, siendo por lo tanto natural del mismo, es imposible que si D. Luis nació en Borja, como de hecho ocurrió, fuera al mismo tiempo natural de Calanda. El objetivo de este artículo es, precisamente, el de aclarar este extremo y dar también noticia de su hermano Antonio María que fue un personaje aún más importante.
            Antonio María de Herrero y Rubira y su hermano Luis fueron hijos de D. José Miguel Herrero y de Dª Catalina Rubira, ambos naturales de la villa de Calanda.
            El padre tomó posesión del cargo de corregidor de Borja el 15 de septiembre de 1712, desempeñando el cargo hasta el 20 de abril de 1716. Durante su estancia en nuestra ciudad nacieron Antonio María, el 28 de noviembre de 1714, y Luis, el 24 de febrero de 1716, dos meses antes de que cesara el padre y abandonara Borja. Por lo tanto, Antonio María dejó nuestra ciudad antes de cumplir los dos años y su hermano con poco más de dos meses. Es lógico, que se sintieran vinculados a la localidad de la que procedían sus padres pero nunca negaron su condición de naturales de Borja.





            Ambos estudiaron en Huesca, bajo la tutela de su tío el canónigo D. Luis Rubira. Antonio obtuvo después, en Toulouse, el grado de Doctor en Teología. Tras fracasar en su propósito de lograr una plaza de catedrático en Huesca, marchó a Madrid y, en un sorprendente giro a su carrera, cursó con gran brillantez los estudios de Medicina en la Universidad de Alcalá de Henares.





            Llegó a ser médico de la reina Isabel de Farnesio, esposa de Felipe V; Secretario Perpetuo de la Academia Médico Matritense; y censor perpetuo de todas las obras de Medicina que se publicaban en España.
 
 
 
            Pero, ante todo, fue un hombre ilustrado en el pleno sentido de la palabra. Escribió numerosas obras sobre los más variados temas y ha pasado a la historia por ser el autor del primer libro de Física que se publicó en nuestro país: la Physica moderna experimental sistemática, aparecida en 1738. Aparece firmada por Antonio de Herrero y Rubira, sus apellidos auténticos y no los de “Herrero de Tejada” que eran los del padre.
 
 
            Este hecho fue resaltado en nuestro Boletín Informativo por el Prof. D. Carlos Sánchez del Río, en 1987. En la actualidad disponemos de una copia de dicha obra en nuestro archivo.
 
 
            Otra iniciativa importante que llevó a cabo fue la creación del Mercurio Literario, una obra periódica de divulgación científica. Dentro de su tarea como publicista editó el Estado Político de la Europa, con noticias de los distintos países del continente, de los que conservamos varios de los tomos que se editaron. Otra obra fue la Gaceta Literaria de Madrid, con informaciones sobre los sucesos de la Corte y una selección de los libros que se publicaban.
            Los lectores que hayan tenido la amabilidad de llegar hasta aquí se habrán percatado de la importancia de este personaje que tiene en su haber otros hechos destacados, pero quizás se hayan cuestionado su relación con nuestra zona, salvo el hecho circunstancial de haber nacido en Borja. Sin embargo, hay más. Porque estuvo casado con Dª Ana Medrano, natural de Mallén, localidad a la que se retiró su viuda, cuando D. Antonio María falleció en Madrid, el 1 de julio de 1767, a la temprana edad de 53 años. A Mallén llegaron con ella muchos manuscritos de trabajos no publicados que pasaron a poder de D. Agustín de Navas, presbítero de esa localidad.
            Respecto a Luis, podemos afirmar que siguió los pasos de su hermano, cursando estudios en Huesca y Toulouse, donde se graduó como Doctor en Leyes y Cánones a los 18 años de edad.
 
 
            De regreso a España, estuvo en Madrid con su hermano y dio muestras de las mismas inquietudes, escribiendo numerosas obras, algunas de Física. También tradujo del francés La vida de los siete sabios de Grecia que llegó a editar en 1738, utilizando el seudónimo de Luis Hebura y Arriego y de la que también disponemos de una copia.
            Posteriormente se instaló en Zaragoza, como abogado, llegando a ser miembro de la Junta Directiva del Colegio de Abogados. Casi todos sus trabajos quedaron inéditos, al igual que su obra poética que es el único aspecto al que se hace referencia en la voz “Borja” de Wikipedia y en la entrada “Luis Herrero de Tejada” de la misma enciclopedia. Murió en Calanda el 1 de febrero de 1769.
            Hasta aquí el comentario sobre unos hermanos nacidos en Borja pero que, puestos a resaltar a uno, hubiera sido más razonable hacerlo con Antonio María en lugar de Luis.

El ejemplo de Yanguas




            Yanguas es una bonita localidad de la provincia de Soria, situada a unos 45 kilómetros de la capital y ya en el límite con la Rioja. Cuenta con 125 habitantes y un importante patrimonio en el que destaca su iglesia parroquial y el castillo.






            Hasta allí se ha desplazado nuestro colaborador Pedro Domínguez Barrios, para conocer la “Ruta de las abejas”, una interesante iniciativa creada para preservar y difundir los antiguos abejares que continúan en servicio y pueden ser visitados.






            A la entrada de los mismos, se han colocado carteles indicando su inclusión en la ruta y algunas de sus características.






            Este es uno de ellos, situado en las afueras de la población con sus colmenas verticales portátiles, que es el tipo más utilizado allí. También hay carteles explicativos en el interior.
            Es preciso resaltar el interés de este proyecto que no ha surgido en un país remoto, sino en una localidad relativamente cercana a nosotros. Puestos a soñar, nos gustaría que, algún día, aquí también se tomaran medidas para preservar y salvar algunos de los elementos más característicos de la arquitectura tradicional de nuestra zona, en la que los antiguos abejares ocupan un lugar destacado.






            Fuera ya de la ruta, Pedro encontró en un cortado de tierra cercano esta curiosa formación que sugiere la posibilidad de que hubiera pertenecido a un abejar rupestre, como el que dimos a conocer del pozo de los Aines de Grisel.