jueves, 22 de noviembre de 2012

El Patrimonio Artístico de Ainzón


 

            Continuando nuestro recorrido por las localidades de nuestra zona, hoy nos detenemos en Ainzón, un municipio enclavado en un hermoso lugar, a orillas del Huecha y a escasa distancia de Borja, el cual reúne una serie de monumentos de interés.





            El edificio más importante es la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Piedad, reedificada en la segunda mitad del siglo XVII, sobre la iglesia anterior. De estilo barroco, es de planta de cruz latina con cabecera recta y cubierta por bóveda de lunetos. En el crucero tiene cúpula ciega sobre pechinas.





La puerta actual se abre a los pies del templo mediante arco carpanel de doble rosca. Delante tiene un pórtico ochavado, con tres arcos de medio punto, sobre el que se levanta el coro alto. Al interior, la forma pentagonal de este cierre da la impresión de que, anteriormente, correspondiera a la cabecera de la iglesia.





La torre fue reedificada en 1715. Es de planta cuadrada, construida en mampostería y ladrillo. Tiene tres cuerpos. El inferior, muy alto, es ciego; el segundo tiene  vanos dobles ciegos y en el tercero están situadas las campanas.
A mediados del siglo XVIII, se construyeron las capillas laterales. Destacan por su importancia las más próximas al crucero. Son simétricas y con dos tramos de bóveda; el primero con cúpula sobre pechinas y linterna,  el segundo con bóveda de lunetos. Siguen, a continuación, otras dos capillas simétricas, también de dos tramos, aunque de menor altura y de cúpulas sin linterna.
En el interior del templo se conservan obras de arte de interés y de estilos diferentes. Hay un retablo gótico pintado por Juan Fernández Rodríguez, el llamado “maestro de Ambel”. Está fragmentado, la predela puede verse en el crucero, bajo el cuadro de Santa Lucía. En el actual retablo de Ntra. Sra. del Rosario hay cuatro tablas que representan a San Jorge, San Sebastián, San Jerónimo y San Miguel. El calvario se exhibe, actualmente, en una pequeña capilla situada junto al pórtico, a los pies de la iglesia.





Una pieza muy importante es el Santo Cristo de estilo gótico que formó parte de un Calvario, datado en el siglo XIV.





La imagen de la Virgen apareció emparedada y ahora puede verse junto a la puerta de entrada.





En la capilla del Santo Cristo está, asimismo, las reliquias de San Severino, colocadas en un retablo romanista reaprovechado. De la misma época es el retablo situado enfrente.





El retablo mayor, de manera dorada y policromada fue realizado en la segunda mitad del siglo XVII y es de estilo barroco. Se conservan, asimismo, varios retablos importantes del siglo XVIII.



 

            Situada en las proximidades de Ainzón, junto al polígono industrial, se encuentra la ermita de San Sebastián, uno de los más interesantes templos medievales de la zona.
 
 
 
 
            De una sola nave de planta rectangular, con cabecera recta, consta de cinco tramos separados por arcos de diafragma apuntados. La cubierta a dos aguas es de rollizos con vueltas de yeso, salvo el tramo correspondiente al presbiterio que tiene bóveda de arista simple que apoya sobre ménsulas con una curiosa decoración.
 
 
            Además de que sus dimensiones de 22 x 9 metros son significativamente grandes para un edificio de estas características, su interés radica en el hecho de que es el único templo conservado en la comarca con muros de barro con verdugadas de ladrillo. El alero es de doble teja, característico de la zona.
            Hace tiempo que dejó de cumplir su función religiosa y pertenece a dos propietarios diferentes, por lo que el interior está dividido por una pared de adobes. Ha sido utilizado como almacén agrícola y, recientemente, se hundió una parte de su cubierta, por lo que su supervivencia está gravemente amenazada.
 
 
 
            Ainzón estuvo bajo la jurisdicción de los abades de Veruela que edificaron un palacio junto a un antiguo torreón, de probable origen islámico que se aún se conserva, aunque oculto por las construcciones que lo rodean.
 
 
 
            El arco de San Antón es una de las cuatro antiguas puertas de acceso a la población. Se trata de un arco de medio punto de ladrillo. Sobre el mismo un franja de ladrillos es esquinilla y como remate la hornacina con la imagen del santo, cubierta con tejado a dos vertientes.
 
 
            En el casco urbano destacan varios edificios de interés. Uno de los de mayor prestancia es el situado en la calle Barrio Bajo, de estilo renacentista con la característica galería superior de arcos de medio punto.
 
 
 
En la calle General Mendívil hay también edificios importantes, aunque sometidos a desafortunadas restauraciones en algunos casos.
 
 
 
            No podemos dejar de señalar la casa natal del ilustre escritor aragonés D. Marcos Zapata Mañas, en cuya fachada existe una lápida dedicada a su recuerdo.
 
 
 
            Existen también varios edificios de ilustres familias con piedras armeras en sus fachadas y es también importante la presencia de edificios construidos en el siglo XX por destacados arquitectos aragoneses de esa época.

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