lunes, 7 de enero de 2013

Extraordinario éxito del concierto de órgano de Alberto Aguilera



            Sin lugar a dudas, el concierto de órgano programado por el M. I. Ayuntamiento de Borja, con ocasión de las fiestas navideñas, fue realmente extraordinario, como pudieron apreciar las numerosas personas que se congregaron en la colegiata de Santa María.




            Antes de comenzar, el Concejal de Cultura D. Juan María de Ojeda pronunció unas palabras, resaltando el compromiso de la corporación municipal con los jóvenes intérpretes borjanos, de cuya preparación musical ha quedado patente en varios actos programados, a lo largo del pasado año. 



Elogió, asimismo la figura de Alberto Aguilera que intervino, a continuación, agradeciendo la oportunidad que se le brindaba de tocar un instrumento que, en cierta manera, constituyó un estímulo, desde sus primeros años, para su vocación musical. Dedicó un especial recuerdo a sus primeras profesoras, Dª Purificación Andía y Dª Isabel Castellot. Relató las dificultades iniciales para acceder a este órgano y su recorrido por los de otros templos de la población, antes de poder tocar en él, por vez primera, en 2001. Sus palabras fueron interrumpidas en varias ocasiones por los aplausos del público, especialmente cuando hizo referencia a la ausencia por enfermedad de nuestro alcalde y a los problemas suscitados el pasado verano que, en gran medida, impidieron la realización del concierto que, ahora, tenía lugar.




           El repertorio elegido, con obras de Haëndel, Lerdo de Tejada, Franck, Friese, Volckmar, Rinck, Weber, Schubert, Morricone y Kung, había sido especialmente seleccionado para poner de manifiesto la amplia gama de múltiples sonoridades que es posible obtener de este órgano, a pesar de algunos problemas de afinado que presenta, fácilmente subsanables.



           Este propósito de Alberto Aguilera se cumplió ampliamente, ya que este magnífico instrumento musical sonó como hacía mucho tiempo que no se escuchaba, ante el asombro de todos.



             Ello debe contribuir, sin duda, a la completa recuperación del mismo y a esa revitalización de la música sagrada que muchos reclaman y que, como señaló Alberto, atraviesa por unos momentos de declive, difícilmente justificables, desde el punto de vista histórico y musical.



   El acto finalizó con la interpretación del Himno Pontificio, de C. Gounod que fue escuchado en pie, por los asistentes, atendiendo las indicaciones de D. Raúl Rivarés que, con su acierto habitual, condujo el acto mientras Enrique Lacleta realizaba las fotografías que ilustran este artículo.










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