Es probable que para algunos
de nuestros lectores les resulte conocido este abejar que hoy nos presenta
Pedro Domínguez Barrios, ya que se puede verse a la derecha de la N-122, a la
altura de la gasolinera de Bulbuente.
Se trata de un ejemplar
de espacio único, con treinta colmenas distribuidas en tres hileras y, dentro
de lo que es habitual en este tipo de edificaciones, su estado de conservación
es aceptable.
Una de sus
peculiaridades radica en la existencia de dos espacios murados delante del mismo,
así como su situación en una ladera, que deja los tres volúmenes escalonados.
Otra singularidad es la elevación del muro norte del abejar por encima de la
cubierta del mismo, detalle sólo visto hasta ahora en el abejar de la Retuerta.
Está construido con mampostería, en zócalos de muros
y esquinas, y muros de tapial sobre éstos, materiales locales de bellas
texturas en contraste con la vegetación que le rodea. Además, el muro de las colmenas está revocado con
yeso, teniendo estas una tapa exterior cerámica y un ladrillo a tizón como
plataforma de vuelo para las abejas. Como puede observarse en la foto, dicha
tapa falta en la primera hilera, y en las dos superiores está cubierta por el
revoco.
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