martes, 16 de septiembre de 2014

Descendientes directos de los Borgia siguen residiendo en Borja


            En 2007, con motivo del III centenario de su fallecimiento, el Centro de Estudios Borjanos dedicó esta lápida a la memoria de Dª María Agustina de Gurrea y Vera, destacando el hecho de ser descendiente de los Borja. Con evidente ampulosidad resaltamos el retorno de la sangre de esta familia a la ciudad de la que habían partido. En los actos conmemorativos pusimos de manifiesto que esta rama se había extinguido a la muerte de la condesa de Castellflorit, ya que no tuvo hijos.


Alejandro VI

            Ahora, sin embargo, podemos dar una noticia que a muchos les va a sorprender. En Borja siguen residiendo descendientes directos del Papa Alejandro VI. Cuando nos percatamos de esta circunstancia, nos pusimos en contacto con ellos y, aunque eran conscientes de ello, no conocían con precisión su línea sucesoria. Ha sido D. Raúl Rivarés, coordinador del Seminario de Estudios sobre los Borja, recientemente constituido en nuestro Centro, quien ha realizado un minucioso estudio sobre este asunto que hoy ofrecemos en primicia.




Lucrecia Borgia

            La citada condesa descendía de Juan de Borja, hijo de Alejandro VI y de Vannozza Cattanei. Un hijo de este personaje, también llamado Juan, III duque de Gandía y padre de San Francisco de Borja, contrajo segundas nupcias con María Francisca de Castro-Pinós, hija del VIII vizconde de Évol, señor de Fréscano. Sin embargo, la rama a la que ahora nos estamos refiriendo, procede de Lucrecia Borgia, hija del Pontífice y hermana del citado Juan de Borja.


Alfonso I de Este

Lucrecia Borja (1480-1519) estuvo casada en terceras nupcias con Alfonso I de Este, duque de Ferrara, Módena y Reggio. De este enlace tuvieron, entre otros hijos a Francisco de Este (1516-1578), marqués de Massalombarda que contrajo matrimonio con  María de Cardona, marquesa de Padula., con la que no tuvo descendencia.


Marfisa de Este

Sin embargo, fuera de su matrimonio tuvo, al menos dos hijas. Una de ellas , llamada Marfisa de Este (1562-1608), que casó, en segundas nupcias con Aldemaro Cibo, príncipe heredero  de Carrara.
De esta unión nació Carlos Cibo I (1581-1662), príncipe de Massa, y marqués de Carrara, quien casó con Brígida Spínola, siendo padres de María Cibo(1609-1652) la cual contrajo matrimonio con Galeoto Pico IV, príncipe heredero de Mirándola.


Armas de los Mirándola

Su hijo primogénito fue Alejandro Pico II (1631-1691), duque de la Mirándola, que estuvo casado con Ana Beatriz de Este, princesa de Módena,  con quien tuvo entre otros hijos a Laura Pico de la Mirándola (1660-1720). 


Armas de los Gonzaga

            Laura Pico de la Mirándola entroncó con la familia Gonzaga por su matrimonio con Fernando Gonzaga III, príncipe de Castiglione y duque de Solferino en Italia.  Su tercer hijo Francisco Gonzaga (1684-1758), se estableció en España, donde recibió el título español de Duque de Solferino. Era, además, príncipe del Sacro Imperio Germánico y caballero del Toison de Oro. Tras la muerte de su primera esposa, Isabel Ponce de León, casó en segundas nupcias con Julia Caracciolo de Santo Buono, cuya hija mayor, María Luisa Gonzaga (1726-1773) le sucedió en todos sus títulos.


Armas de los Pignatelli

A través de María Luisa, II duquesa de Solferino, la familia entronca con otra importante casa, los Pignatelli,  pues contrajo matrimonio con el príncipe Joaquín Anastasio Pignatelli de Aragón y Moncayo, XVI conde de Fuentes, que era hermano de San José de Pignatelli y del canónigo Ramón de Pignatelli, impulsor de las obras del Canal Imperial de Aragón.
            De ese matrimonio nació, entre otros hijos,  Juan Domingo Pignatelli de Aragón y Gonzaga (1757-1819), que acabó sucediendo como VI Duque de Solferino, conde de Fuentes y del Castillo de  Centellas, marqués de Coscojuela y de Mora, entre otros títulos, que estuvo casado con María Trinidad Wall y Manrique de Lara.
            Les sucedió su hijo Juan María Pignatelli de Aragón y Wall (1799-1823), VII Duque de Solferino, que estuvo casado dos veces. La primera vez con María de la Salud Manrique de Lara y la segunda con  Adelaida Belloni y Meroni. De este segundo enlace nacieron dos hijos, Juan Domingo y María de la Concepción. Heredó los títulos el primogénito, pero al morir siendo niño pasaron a su hermana María de la Concepción Pignatelli de Aragón y Belloni (1824-1858), que se convirtió en la IX duquesa de Solferino, título aportado junto con otros de la familia a  su matrimonio con Benito de Llanza y Esquivel.
            El primogénito de este matrimonio fue Mariano, que murió a temprana edad, por lo que les sucedió su segundo hijo Manuel María de Llanza y Pignatelli de Aragón (1857-1927). 


El que ocupa el cuarto lugar, por la izquierda, en la última fila es el duque de Solferino

Mª Asunción de Bobadilla Martínez de Arizala

Manuel María de Llanza Pignatelli de Aragón


De este ilustre personaje que fue X duque de Solferino, conde de Fuentes y del Castillo de  Centellas, marqués de Coscojuela y de Mora, príncipe de Castiglione y del Sacro Romano Imperio,  nos  ocupamos en nuestro Diccionario Biográfico, debido a su relación con la comarca de Borja.  Ocupó destacados puestos dentro de la Comunión Tradicionalista, siendo elegido Presidente del Círculo Tradicionalista de Barcelona en 1888. Fue Diputado a Cortes y Senador vitalicio, estando unido su nombre al de muchas empresas catalanas de su época, entre ellas a la editora del periódico El Correo Catalán, de la que fue presidente. Estuvo casado con María Asunción de Bobadilla y Martínez de Arizala, con la que tuvo varios hijos, sucediéndole en los más importantes títulos su primogénito Luis Gonzaga.



Ignacio de Llanza y Bobadilla

Dolores Lluch y Layús

          Otro de sus hijos, Ignacio de Llanza y Bobadilla (1895-1987) usó el título de barón de Alcarrás y se casó con Dolores Lluch y Layús, con quien tuvo a Ignacio Manuel de Llanza y Lluch, marido que fue de María Cecilia Drudis del Campo, padres del artista Severino de Llanza Drudis y sus hermanos que residen en nuestra ciudad y mantienen estrechos vínculos con la vecina villa de Ainzón.


Ignacio Manuel de Llanza y Lluch

María Cecilia Drudis del Campo
Severino de Llanza y Drudis

           Los Llanza Drudis son, por lo tanto, descendientes directos de Lucrecia Borgia y familiares, en mayor o menor grado, de tres santos: San Francisco de Borja, San Luis Gonzaga y San José de Pignatelli.
Como ha señalado  Raúl Rivares , uno de los mitos más queridos del imaginario borjano es sin duda la vinculación con nuestra ciudad de la célebre familia homónima, elevada en el Renacimiento por dos veces a la Sede de San Pedro.
El problema radica en la nula importancia de esta familia hasta llegar a Alonso de Borja (el que luego fue papa Calixto III), y la consiguiente escasez de documentos que impide, al menos por el momento, trazar una genealogía fiable entre los Borja que acompañaron al rey Jaime I en la Reconquista de Valencia y las familias de Calixto III y de su sobrino Alejandro VI, y aún menos entre aquellos Borja y los primeros que, al abandonar la entonces villa, adoptaron como apellido el de su origen, transmitiéndolo a sus descendientes.  Lo que la investigación más seria descarta es la fábula (pergeñada para ennoblecer su oscuro origen familiar) que hace a los Borja descendientes, nada menos, que de Pedro de Atarés (cuyo verdadero apellido, de acuerdo con la documentación coetánea, era Taresa), el señor de Borja y supuesto aspirante al trono aragonés tras la Reconquista, ya que las pruebas documentales se inclinan a rechazar la existencia de descendientes de este personaje.
            Pero, frente a esos intentos, resulta curioso el hecho de que Borja ha olvidado la relación que, en siglos posteriores, estableció con individuos del linaje que inmortalizó el nombre de la ciudad. Ese fue el caso de la condesa de Castellflorit con el que iniciamos este artículo y, mucho más sorprendente puede resultar el que ahora hayamos conocido la existencia, entre nosotros, de una serie de personas que descienden de otra rama de la familia que se inicia con la propia Lucrecia Borgia.

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