sábado, 11 de octubre de 2014

Toros en Mallén en 1956


            Antes de que se popularizase otro tipo de festejos, se celebraban en Borja corridas de toros e, incluso, se llegó a disponer de una plaza estable durante varios años. Pero también las había en otras localidades, como lo demuestra este interesante cartel que nos ha remitido D. Tomás Espeleta Sancho, con los espectáculos taurinos que hubo durante las fiestas patronales de 1956.



El domingo, día 2 se septiembre, actuó la rejoneadora Conchita Moreno. Aunque anunciada como “mexicana”,  había nacido en Caracas el 8 de diciembre de 1926 y fue la única rejoneadora venezolana de la historia.
Concepción Moreno D’Amico era de ascendencia española y había comenzado su carrera, como novillera, el 16 de noviembre de 1952, en la plaza de Maracay. Tras triunfar en otras plazas de Venezuela, Colombia, Perú y México. Cuando, en agosto de 1956, cruzó el Atlántico para actuar en España, donde se tuvo que anunciar como rejoneadora, ya que, en esos momentos, las mujeres no podían torear a pie.
Su primera corrida tuvo lugar el 29 de agosto de 1956, en Tarazona, donde compartió cartel con los novilleros Victoriano Valencia, Andrés Álvarez y Manolo Avila. Allí le propusieron actuar en Mallén, en una improvisada plaza. Lo más sorprendente es que de esta corrida se conserva un excepcional vídeo, cuyo enlace ofrecemos en primicia, gracias a la amabilidad de la Asociación Cultural Belsinon:





Conocida como “La Gitanilla de Caracas”, fue una mujer avanzada en su época, abriendo las puertas al toreo femenino. Se presentó en la plaza de las Ventas de Madrid, el 31 de agosto de 1958, tras diversas actuaciones en otros cosos españoles. El 1 de junio de ese mismo año había resultado cogida en la plaza de San Roque (Cádiz), sufriendo una cornada en su pierna derecha. Pero su carrera se interrumpió definitivamente, poco después, como consecuencia del gravísimo percance que tuvo cuando, el 8 de septiembre de 1958, toreaba en la plaza de Benavente (Zamora). Ese día compartía cartel con un novillero llamado Curro Romero que llegaría a ser una de las más grandes figuras de la Tauromaquia. En un momento del festejo, su caballo Moreno chocó contra un burladero, provocando la caída de la rejoneadora que sufrió una fractura de la base del cráneo con gravísima conmoción cerebral. Fue evacuada a la Clínica de la Concepción de Madrid, inaugurada tres años antes, donde pudo recuperarse, tras una larga convalecencia. Falleció en Caracas, el 18 de noviembre de 2004, dejando una profunda huella por el ejemplo de su vida, cariñosamente recordada por sus familiares en una entrañable página de Facebook.
En la segunda parte del festejo que estamos comentando, intervinieron los novilleros Juan Ortas y Jesús Omedas.
Juan Ortas era madrileño y, en la temporada siguiente, hemos documentado su presencia en varios ruedos. En abril de 1957, actuó en Cáceres, siendo ovacionado en sus dos toros. El 30 de mayo se presentó en la plaza de Vista Alegre de Madrid, donde causó una grata impresión. En la reseña de la novillada se señalaba que “toreó muy bien de muleta a su primero, al que recibió con cinco pases altos torerísimos”. En su segundo, resultó cogido, sufriendo una contusión en el muslo derecho y ligera conmoción cerebral. El 15 de agosto toreó en Alfaro, siendo recompensado con una oreja en su primer novillo. No llegó a tomar la alternativa, aunque sí lo hizo su hermano Miguel, el 28 de agosto de 1953, en la plaza de Linares, de manos de Domingo Ortega.
Jesús Omedas, conocido con el sobrenombre de “Turnín”, había nacido en Alcorisa (Teruel), una localidad de gran tradición taurina, pues no en vano tiene plaza de toros. Su trayectoria fue más corta, aunque siempre ha mantenido su vocación, colaborando en el periódico local con diversos artículos sobre la Fiesta Nacional. 



            El lunes, 3 de septiembre, se presentó el espectáculo cómico taurino “Los Ases” que, poco antes, había creado Rafael Dutrús Zamora, el popular “Llapisera”, nacido en la localidad valenciana de Cheste, el cual aparece en el centro de la imagen superior, acompañado por “El Botones” (Fernando Colomer) y “Charlot” (Carmelo Tusquellas), integrantes de su cuadrilla. “Llapisera” que debía este sobrenombre a su figura alta y delgada, como un lapicero, fue otro gran innovador. En 1931 había fundado la banda de “El Empastre” y, en 1933,  “Los Ases”, donde también actuaba “El Bombero torero”, nombres inolvidables que definieron este género, que llegó a ser conocido como “charlotada”.

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