viernes, 8 de mayo de 2015

Igualas en Albeta



            A raíz de un reciente artículo sobre Trasobares, D. Jesús Arcega nos ha traido estos recibos correspondientes a las cantidades que, en 1969, abonaba una familia de esa localidad por la asistencia sanitaria.
            En aquellos momentos, cuando la Seguridad Social no había alcanzado todavía a los trabajadores del campo, era preciso concertar la asistencia con los médicos y practicantes, pertenecientes al Cuerpo de Asistencia Pública Domiciliaria (APD). En Borja había tres plazas de médicos titulares de dicho cuerpo, cada uno de los cuales tenía señalada una zona de la ciudad y su correspondiente anejo: Albeta, Maleján o El Buste.
            Albeta le correspondía a D. Juan Ciria Butler que ejerció la profesión en Borja durante la mayor parte de su vida. El practicante era D. Manuel Andrés Soria, otro de los grandes profesionales de aquella época. Sus honorarios eran cubiertos por las “igualas”, cantidades que abonaba cada familia mensualmente y cuyo importe dependía de  la situación económica de cada casa. A través de los recibos que hemos reproducido vemos que esa familia, en concreto, abonaba 60 pesetas al médico y 30 al Practicante.

            Es significativo el hecho de que, en 1969, se continuaran cobrando esas igualas ya que, desde el 1 de enero de 1967, había entrado en vigor la cobertura de la Seguridad Social en el ámbito rural, por lo que médicos y practicantes pasaron a percibir una retribución por cada cartilla que les fue asignada. A pesar de ello, las igualas continuaron con carácter voluntario, durante algún tiempo.




            También nos ha entregado este curioso resguardo que da fe de haber sido vacunada contra el cólera la persona reseñada. Muchos quizás no recordarán que el penúltimo brote epidémico de cólera desencadenado en España tuvo como escenario la ribera del Jalón.
            Comenzó a mediados de julio de 1971 con la aparición de un importante número de procesos diarreicos que, para evitar la alarma, se evitó  calificar de cólera aunque los análisis microbiológicos confirmaron la positividad de algunos casos. En concreto, en Épila se declararon 32 casos, 5 de ellos positivos al cólera, y otros 2 en Rueda de Jalón.
            A pesar del control ejercido en los medios de comunicación, el temor se adueñó de muchas personas por lo que se decidió proceder a la vacunación de toda la provincia. En Albeta, se llevó a cabo el 26 de julio, bajo la supervisión de un joven licenciado que acababa de terminar sus estudios. Para ello se desplazaron desde Borja 3 practicantes con efectivos de la Cruz Roja y un Policía Municipal.
            Conviene señalar que la eficacia de la vacunación, en este caso, es relativa y lo que realmente sirvió para controlar la epidemia fueron las medidas de cloración de las aguas que inmediatamente se establecieron en todas las localidades. Las pérdidas económicas fueron importantes al quedar bloqueada la salida de la producción de frutas pero la experiencia sirvió para la puesta en marcha de un plan de abastecimiento de aguas en la provincia, superando unos sistemas medievales que habían propiciado la aparición del brote epidémico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario