martes, 7 de junio de 2016

Libros recibidos 52


            La Institución “Fernando el Católico” nos ha remitido sus últimas publicaciones que iremos reseñando en días sucesivos. Comenzamos hoy con la Breve antología universal del humor aragonés, de José Luis Cano, una obra difícil de catalogar, pues no se trata de una mera recopilación de chistes, anécdotas o relatos humorísticos. Como se señala en la contraportada, el libro tiene, en buena medida, un carácter filosófico y también podría encuadrarse en el género de la autobiografía moral. Su contenido tampoco es estrictamente aragonés, pues las referencias a autores de tierras foráneas son numerosas. Cuenta, además, con 23 viñetas del autor, no exentas de cierta irreverencia, como la que refleja las bodas de Caná, donde se rotula a las cántaras donde se transforma el agua en vino con la denominación “Bodegas Santo Cristo”, un elogio sin duda a la calidad de los caldos de nuestra Denominación de Origen. Por otra parte, el excelente estudio introductorio está firmado por el Prof. D. José Luis Calvo Carilla, consejero de nuestro Centro y persona especialmente querida en esta ciudad.




            El arquitecto D. Roberto Benedicto Salas, que recientemente nos visitó con la expedición del SIPA, es el autor de La construcción de la arquitectura románica, un interesante trabajo en el que analiza la génesis y el desarrollo de este estilo arquitectónico, desde la visión de un profesional que conoce a la perfección los retos y los problemas a los que tuvieron que enfrentarse aquellos antiguos maestros de obras, de cuyas trayectorias y circunstancias personales apenas se conoce nada. El que el libro sea fruto de los numerosos apuntes redactados para sus alumnos, confiere especial interés didáctico a la obra, convirtiéndola en un instrumento de suma utilidad para “contar las cosas a quien las quiera conocer”.



            El libro La red de hospitales en el Aragón medieval (ss. XII-XV) es el trabajo final del máster en Investigación y Estudios avanzados en Historia que defendió, en 2014, su autor Raúl Villagrasa Elías, Licenciado en Historia por la Universidad de Zaragoza. Tras analizar, en la primera parte, el propio concepto de hospital en esa época, dedica la segunda a presentar un estado de la cuestión sobre la red hospitalaria existente en el Aragón medieval. Por lo que se refiere a nuestra zona, cita la existencia en Borja de “hospitales” bajo la advocación de Santa María y el Espíritu Santo, los cuales aparecen citados en el testamento de Fernando Litago y Bona Lajarreta en 1404, así como en el de un personaje llamado Fernando de Borja, en 1479. Por lo que respecta a Magallón, hace referencia al hospital que los judíos tenían junto a la sinagoga. En el caso de Mallén, señala la existencia de dos hospitales, dedicados a San Andrés y San Valero, respectivamente. Finalmente, alude al que hubo en Tabuenca, junto a la iglesia parroquial. 



            Con el nº 14 de la colección de “Historias municipales”, acaba de publicarse Notas para una historia de Leciñena, cuyo autor es Gonzalo Gavín González, Licenciado en Ciencias Exactas por la Universidad de Zaragoza y Alcalde de esa localidad, desde 1999, lo que constituye un hecho singular, en cierta manera. Como no podía ser de otra manera, un capítulo de la obra está dedicado al Santuario de Ntra. Sra. de Magallón y su tradición, especialmente vinculada a esa localidad de nuestra comarca.



            Finalmente, hemos de destacar la obra que Francisco Javier Lázaro Sebastián, ha escrito sobre José Antonio Duce, fotógrafo y cineasta, que es una síntesis de la tesis doctoral del autor, realizada en el Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza, bajo la dirección de la Dra. Dª Amparo Martínez Herranz, y defendida en 2014. El libro constituye un recorrido por la trayectoria artística de este gran fotógrafo aragonés desde “el mundo amateur al trabajo profesional”. En su contenido incluye aspectos fotográficos, sus primeros pasos en la fotografía y su trayectoria creativa a lo largo de cinco décadas. Apartados especiales están dedicados a sus trabajos sobre arquitectura y patrimonio, así como a la figura humana, como motivo. La segunda parte aborda su faceta cinematográfica, con su profesionalización, a través del documental y su participación en aquel proyecto que fue Moncayo Films, en el que también participó el recordado Emilio Alfaro Gracia. En la obra se hace referencia a Borja, como uno de los lugares en los que se conservan obras suyas. Efectivamente, se trata de una serie encargada por el Centro de Estudios Borjanos para la exposición que, con motivo de la I Semana de Borja en Zaragoza, se instaló en el Palacio Provincial, en 1969. También se hace alusión a su serie “Historia de brujas”, una muestra de la cual tuvimos oportunidad de ver en el claustro del antiguo convento de dominicos de nuestra ciudad, con ocasión de la I Semana de Brujología, organizada en colaboración del Centro de Estudios Turiasonenses.

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