lunes, 4 de julio de 2016

Las curiosas cerraduras de los huertos de Las Cuevas de Cañart


            Junto a la hermosa puerta de Marzo, una de las cuatro que originalmente tuvo el recinto murado de Las Cuevas de Cañart, se disponen una serie de huertos, rodeados de tapias, a los que se accede por unas puertas dotadas de unos cierres que se abren mediante unas peculiares llaves.



            Fabricadas con madera, tienen una serie de dientes que son diferentes para cada “cerradura”, de manera que con ellas sólo se puede abrir aquella a la que corresponde. En la fotografía, puede verse al pequeño Adrián que lleva en su mano una de estas llaves y que, con gran maestría, nos explicó su funcionamiento.





            La “cerradura” está formada por un cuerpo clavado a la puerta, por cuya parte inferior discurre el listón de madera que impide la apertura. Para que se deslice, es necesario introducir la peculiar “llave” por una escotadura lateral y sólo si se dispone de la adecuada, con sus dientes específicos, es posible desplazar el listón.





            No mostraron también un caso singular, el de la cerradura de un vecino que, cansado de olvidar con frecuencia su llave, construyó otro modelo diferente. En este caso, dispone de una ranura en la parte inferior en la que, al introducir los dedos, puede desplazar el pestillo, sin necesidad de usar la llave.
            Nos pareció de gran interés este curioso sistema que podemos enmarcar tanto en el ámbito de la Arquitectura Popular como en el del Patrimonio Cultural Inmaterial y, dada la atención que venimos dedicando a estos temas, hemos querido compartirlo con todos nuestros lectores.

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