lunes, 29 de agosto de 2016

Una curiosidad borjana destruida



            Hay pequeños detalles que, en gran medida, constituyen elementos simbólicos en el ornato de nuestras calles y, en cierta manera, se habían convertido en señas de identidad ciudadana. Este es el caso de las parras que crecían en Barrio Verde y en otros lugares de Borja. Pero, uno de los más curiosos, era sin duda este rosal que salía por una pequeña ventana de un antiguo edificio de la calle Tejadas, cuya floración constituía todo un espectáculo.





            La casa fue recientemente adquirida por una persona llegada de otro continente y una de sus primeras actuaciones ha sido cortar el famoso rosal. El ventano por el que salía, desde el interior, el tronco ha sido obturado en la forma que se aprecia en esta imagen.



            Nos hemos quedado sin este símbolo local pero, al mismo tiempo, se han modificado los vanos de la fachada, dotándolos de unas persianas blancas que, de acuerdo con la normativa vigente no son las adecuadas. Sabemos que el M. I. Ayuntamiento es conocedor del asunto y los responsables de supervisión urbanística impidieron que se modificara la hermosa portada, tras comprobar que las obras carecían de la preceptiva licencia. Hay que destacar esta actuación, aunque no haya servido para salvar al rosal.

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