domingo, 8 de enero de 2017

Ha ocurrido lo que era previsible


         El pasado 26 de diciembre, comentamos en este blog, la favorable impresión que nos habían producido las obras que se estaban realizando, en la llamada “costera de San Pedro”, para la rehabilitación de su pavimento. Finalizadas las mismas, este es el aspecto que presentaba la calle en la tarde de ayer, sensiblemente mejor que el anterior.







         Sin embargo, cuando apenas ha transcurrido una semana desde la finalización de los trabajos, ha ocurrido lo que, tal como apuntábamos en nuestro comentario, era previsible. Las piedras han comenzado a desprenderse, al carecer los escalones de la protección de piedra, natural o artificial, que suele colocarse para evitarlo. La solución ahora es un poco más compleja, pero alguna medida habrá que adoptar para que no prosiga el rápido deterioro de lo realizado que, por otra parte, puede afectar a la seguridad de los viandantes. 

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