El
pasado 26 de diciembre, comentamos en este blog, la favorable impresión que nos
habían producido las obras que se estaban realizando, en la llamada “costera de
San Pedro”, para la rehabilitación de su pavimento. Finalizadas las mismas, este
es el aspecto que presentaba la calle en la tarde de ayer, sensiblemente mejor
que el anterior.
Sin
embargo, cuando apenas ha transcurrido una semana desde la finalización de los
trabajos, ha ocurrido lo que, tal como apuntábamos en nuestro comentario, era
previsible. Las piedras han comenzado a desprenderse, al carecer los escalones
de la protección de piedra, natural o artificial, que suele colocarse para
evitarlo. La solución ahora es un poco más compleja, pero alguna medida habrá
que adoptar para que no prosiga el rápido deterioro de lo realizado que, por
otra parte, puede afectar a la seguridad de los viandantes.
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