Enrique
Lacleta nos ha hecho llegar una hermosa serie de fotografías realizadas el
pasado lunes 2 de enero en el Moncayo y sus alrededores, en las que se aprecia
el contraste entre el clima reinante en el monte y el del calle, cubierto por
la niebla.
Lo
cierto es que en la cima no había demasiada nieve y el día era luminoso en los
alrededores del Santuario de la Virgen. Desde el mirador cercano podía verse
ese “mar de nubes” que cubría la parte inferior de sus laderas, prolongándose
en el horizonte.
Junto
a imágenes del acebo nos envía otras en las que se aprecian las muestras que
dejan los jabalíes en el monte, al hurgar con sus colmillos en busca de alimento.
Abajo la situación era
muy distinta. Árboles, viñas y hasta las laderas del castillo de Trasmoz
llamaban la atención por el color blanco, consecuencia de la escarcha o “gayada”,
como aquí se denomina a este fenómeno atmosférico que, por cierto, no hemos
visto recogida en diccionarios aragoneses.
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