miércoles, 30 de agosto de 2017

Juan de Coloma y la imprenta


         Entre las aportaciones a este “Año Coloma” que estamos conmemorando queremos destacar hoy los paneles que la Librería Sancho ha instalado recientemente en su escaparate, a través de los cuales se resalta la importancia que la difusión de la imprenta tuvo en la época de Juan de Coloma.





         Porque, como se pone de manifiesto en los mismos, aunque la primera imprenta se puso en marcha en Maguncia, en 1436, por obra de su inventor Juan de Gutenberg, no fue hasta 1470 cuando llegó a España, precisamente en la época de Coloma. Ello constituyó una auténtica revolución en la difusión de la Cultura, al hacer posible una mayor difusión de las obras escritas y abaratando su precio, dado que hasta entonces los libros, escritos e ilustrados a mano constituían un lujo al alcance de muy pocas personas, constituyendo auténticas obras de Arte, como ese Libro de Horas de Isabel la Católica que se inserta en uno de los paneles.



         En otro de ellos se explica el proceso de impresión en aquellos primitivos talleres de impresión. Creemos que esta iniciativa constituye una interesante aportación dentro de las múltiples iniciativas puestas en marcha.


 

         En relación con este tema, queremos recordar que en la sala VI del Museo de la Colegiata de Borja se exhibe un incunable, conservado en su biblioteca. Se trata de un ejemplar de la Aurora Novissima de Pietro de Unzola, un jurista y notario italiano que ejerció su profesión en Bolonia, ciudad en la que falleció en 1312. Dejó escritas varias obras, entre ellas la que comentamos, basada en un tratado anterior de su maestro Rolandino de Passaggeri, de la que se hicieron dos ediciones, la primera impresa en Bolonia en 1479 y la segunda en Vicenza en 1485, a la que corresponde el ejemplar del Museo de la Colegiata.



Como es sabido,  se da el nombre de “incunable” a las obras que fueron impresas durante el siglo XV, concretamente hasta el domingo de Pascua de 1501, mientras que se aplica la denominación de “protoincunables” a los primeros libros impresos, en el período comprendido entre 1472 y 1480. 


El citado ejemplar del museo es el único existente ahora en Borja, pero en la magnífica biblioteca del convento de San Francisco hubo varios, incautados tras la Desamortización, algunos de los cuales se encuentran en Biblioteca Universitaria de Zaragoza. Allí, el Dr. D. Alberto Aguilera localizó 17 incunables, procedentes de ese convento, de los que dimos cuenta en un artículo publicado en este blog, de los cuales dos pueden ser considerados “protoincunables”. En todos ellos aparece la mención “De la librería de San Francisco de Borja” y en algunos un sello, en torno al cual puede leerse “Este libro es de S.F. de Borja”. Es posible que haya más y, en cualquier caso, está pendiente de realizar un estudio sobre esa biblioteca, a partir de las obras que se conservan en diferentes lugares, entre ellos nuestra ciudad.

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