sábado, 12 de agosto de 2017

Las clarisas de Borja celebraron la fiesta de su Madre Santa Clara



         En la mañana de ayer y con asistencia de numeroso público, entre el que se encontraba el Sr. Alcalde de Borja D. Eduardo Arilla Pablo, se celebró en la iglesia del convento de Santa Clara una Solemne Eucaristía, con motivo de la fiesta de Santa Clara, fundadora de la Segunda Orden a la que pertenece la comunidad de religiosas franciscanas clarisas que, desde hace más de 400 años, residen en este convento, uno de los dos de vida contemplativa existentes en nuestra ciudad.





         La Eucaristía fue presidida por D. Francisco Javier Calvillo Ruiz, Vicario para la Vida Consagrada y Párroco de San Francisco de Tarazona, con quien concelebraron el confesor de la comunidad D. Antonio Latorre Mainar y el capellán del convento y Párroco solidario de Borja D. César Augusto Gómez García, junto con D. Carmelo Roy Blasco, Párroco moderador de Borja; D. José María Sánchez Becerril, Párroco de Fuendejalón, Tabuenca y Pozuelo; D. Martín Crespo Pascual, Párroco de Novillas; D. Luis Zardoya Ruiz, Párroco de la Magdalena de Tarazona; D. Esteban Guilzu Olza, Párroco de Mallén; D. Hilario Herrer Baeyens, Párroco de Ricla y D. Óscar-Manuel Mendoza Yacotu, Párroco de Litago.



         En su homilía, D. Javier Calvillo destacó los aspectos esenciales de la personalidad de Clara de Asís que, movida por el ejemplo de San Francisco, supo renunciar a una posición acomodada para entregarse plenamente a Cristo, convirtiéndose en la primera mujer de la Historia que redactó la Regla de una orden religiosa.

         Especialmente emotivo fue el momento de las ofrendas, con amplia participación de niños y mayores que se acercaron hasta el altar con el Pan y Vino de la Consagración, la Regla de la Orden, el incienso para el altar, el globo terráqueo que simbolizaba la implantación universal de las seguidoras de Santa Clara y las flores que vinieron a sumarse a la hermosa decoración del templo que había preparado la comunidad.



         La parte musical corrió a cargo de la comunidad de religiosas, acompañadas por D. Alberto Aguilera Hernández, organista titular de esta iglesia.



         Al término de la celebración, los asistentes pudieron venerar la reliquia de Santa Clara, recibiendo los tradicionales panecillos que la comunidad distribuye este día, así como una estampa conmemorativa.




         Por otra parte, junto al altar de la Santa se había preparado una mesa con pequeñas macetas que las religiosas regalan cada año a todas las personas que llevan el nombre de Clara en nuestra ciudad. Un simpático detalle que se ha convertido ya en una bonita costumbre.



         Posteriormente, en el locutorio del convento y en el patio de entrada al mismo, se sirvieron refrescos y aperitivos a todos los que se acercaron a felicitar a la comunidad en su fiesta más importante.

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